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domingo, 24 de junio de 2012

Al hielo en un segundo.

Un día, se reunieron todos los sentimientos y cualidades de los hombres.

Cuando el ABURRIMIENTO bostezó por tercera vez, la LOCURA, siempre tan loca, les propuso jugar al escondite.

El ENTUSIASMO aceptó enseguida. La ALEGRIA estaba tan contenta que acabó convenciendo a la DUDA...

Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué?, si, al final, siempre me encuentran...,dijo.

La SOBERBIA dijo que era un juego tonto, y que ella sabía otros mas divertidos.

La COBARDIA prefirió no arriesgarse...

En fin... La Locura comenzó a contar: uno, dos, tres...

La primera en esconderse fue la PEREZA, que se dejó caer detrás de la primera piedra que vió.

La FE se escondió en el cielo.

La ENVIDIA, detrás de la sombra del TRIUNFO (que, con esfuerzo, había subido a la copa del árbol más alto).

La GENEROSIDAD (que ofrecía los sitios que encontraba a sus amigos),

acabó escondida en un rayito de Sol.

La BELLEZA, lo hizo en un lago cristalino.

La TIMIDEZ, en la rendija de un arbol.

El EGOISMO, en un lugar que no quiso compartir con nadie.

La MENTIRA, en el fondo de un océano (pero era mentira, en realidad, estaba detrás del Arco Iris...).

La PASION y el DESEO, en el cráter de un volcán.

El OLVIDO..., Al OLVIDO se le olvidó esconderse...

EL AMOR, no encontraba sitio, pues todos estaban ocupados y, a punto de desistir, vió un rosal y decidió esconderse entre sus flores.

Poco a poco, la LOCURA los fue encontrando a todos:

A la PEREZA,a sólo, tres pasos de una piedra.

A la ANGUSTIA, en una cueva oscura.

Al EGOISMO no hizo falta buscarlo, salió sólo.

Cuando encontró a la ENVIDIA, dedujo que el EXITO estaba cerca y lo encontró enseguida...

Todos fueron saliendo de sus escondites, menos el AMOR, que no aparecía por ninguna parte.

De repente, la LOCURA vió el rosal y pensó: "El AMOR es tan cursi , que casi seguro, está aquí escondido.

Con la ayuda de un palo, empezó a mover las ramas del rosal y, al instante, oyó un grito de dolor.

Era el AMOR..., Las espinas se le habían clavado en los ojos.

La LOCURA, llena de culpa, decidió ser su lazarillo...

Desde entonces. El AMOR ES CIEGO y, la LOCURA, SIEMPRE LO ACOMPAÑA

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